NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... CRECEN DESDE EL PIE!

domingo, 25 de noviembre de 2012


Oportunistas, alcahuetes y la necesidad de protagonizar una salida desde las bases.

“Las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo, si es que alguna vez la tuvieron, y solo forman su furgón de cola. No hay mas cambio que hacer o Revolución socialista o caricatura de revolución”.

Ernesto Che Guevara.

Calle sin salida.

N

os resulta importante iniciar el análisis con esta afirmación ya que marca a las claras la encerrona del modelo kirchnerista para el capitalismo local. Más allá de la crisis internacional que, como desarrollamos en el número anterior, lógicamente afecta la económica local, el modelo implementado en los últimos 10 años no transformó sustancialmente la matriz productiva. Esto genera una plataforma débil frente a una crisis cíclica del capitalismo que lógicamente repercute en la vida de los trabajadores. Lo que aquí esta en cuestión es cuáles son las causas de la crisis en argentina, ¿es la crisis internacional, es el modelo o son ambas? El kirchnerismo en estos años trata de desmarcarse de la asociación que puedan hacerle con el socialismo del siglo 21 de Venezuela, pero al mismo tiempo de las políticas neoliberales implementadas en todo el mundo y que hoy tiene en velo a toda la Unión Europea. ¿pero cual es su posición? La propuesta del capitalismo serio de CFK, un capitalismo de consumo y producción con una fuerte intervención del Estado como regulador del mercado  de los sectores estratégicos de la economía tiene poco de nuevo, ¿pero tiene algo de real? La burguesía local hace honor a la afirmación del Che, generación tras generación, por su carácter parasito, oportunista y para nada desarrollista. Mas allá de que quienes manejan los hilos de la economía argentina son grandes trasnacionales, en casi todos los rubros como lo hemos expuesto en anteriores números, lo cierto es que la burguesía local lo único que hace es asociarse a estos capitales extranjeros, buscar la rentabilidad rápidamente y de ser posible fugar las ganancias al exterior. Por esto el grito en el cielo a las restricción en la compra y fuga de dólares, por esto el vuelco masivo de inversiones desde mediados de los 90 a la fecha a la soja, etc. etc. 

Frente a este escenario de crisis internacional y las contracciones internas que sufre la economía local todos hacen los deberes para que la crisis no toque las ganancias de empresarios industriales y agrarios. En el marco de la situación que mas adelante describiremos de la dirigencia gremial, debemos sumarle que los industriales ya comenzaron a realizar cesantías, adelantos de vacaciones y otras medidas en algunas fábricas como en el sector automotriz de Córdoba. La presión en las paritarias para mantener la tasa de ganancia evitando mayores costos de producción, lo que lógicamente genera una depresión del poder adquisitivo de los trabajadores fue la regla que marco las ultimas paritarias en casi todos los sectores. Esto a su vez puede traer consecuencias secundarias como la baja del consumo interno lo que agudiza la crisis de superproducción del capitalismo. El gobierno en este sentido intenta tibias medidas contra cíclicas como el plan ProCreAr a fin de promocionar el consumo interno y palear mínimamente el déficit habitacional existente.  Por otro lado las patronales del campo ya pegaron el grito en el cielo cuando intentaron revaluar las tierras en la provincia de Buenos Aires y ven con buenos ojos el alza de los precios de las materias primas, principalmente maíz y soja, debido en buena parte a la sequia sufridas en EEUU. Esto último es el colchón económico con el que cuenta el gobierno nacional para cumplir con los bonos de la deuda que vencen en 2013. Una lógica perversa en la que el gobierno legitima una deuda que el pueblo no contrajo ni se vio beneficiado, y la paga con recursos no renovables como es el uso indiscriminado de la tierra, favoreciendo la contaminación del suelo y poblaciones enteras, la migración del campo a la ciudad y la concentración del mercado en la empresa biotecnológica mas importante del mundo: Monsanto, con un bajísimo nivel de desarrollo de la estructura económico-productiva del país abiertamente dependiente de las divisas que genera este sector.

Movimiento de fichas en un escenario de crisis.

En estos meses se vieron signos que dan muestra de esto. Por un lado la crisis económica que viven las provincias, que encuentran como única salida la emisión de deuda, generando mayor dependencia de los organismos internacionales de crédito, y por otro el ajuste directo o indirecto ya sea achicando el presupuesto, promocionando jubilaciones, recortando horas extras y compensaciones o, como se intento en la provincia de Buenos Aires, pagando en cuotas el aguinaldo.

A esto debemos sumarle la atomización de las centrales obreras que, si bien están en manos de la burocracia adicta a los intereses patronales, debilitan la capacidad de negociación de los trabajadores. Debemos aprender de lo que sucede en otros países, en las que existen varias centrales obreras. Sobre todo si la división se da no por diferencias que remitan directamente a los intereses de la clase, sino pura y exclusivamente mezquindades personales y políticas. Un claro ejemplo de esto es el gatopardismo político de Moyano, hombre al que señalábamos en el número anterior respecto a la movilización del 28 de junio. Por mas que diga ser vocero de los intereses de los trabajadores en el fondo no es más que un oportunista que toma reclamos de la clase para legitimar su posición. Su mezquindad no le permite siquiera asumir una postura de carácter populista que abra un arco de alianzas mayor, por el contrario, se acerca a los sectores más rancios de la sociedad como plataforma para atacar al gobierno nacional. No podemos olvidar que era Moyano el enemigo publico numero uno de su hoy aliado Clarín, cuando era  funcional al kirchnerismo, en el momento que dispuso de los camiones para bloquear la planta del Techint en el conflicto que esta empresa tenia con el Estado Nacional. Sin embargo, en la interna de la CGT, Moyano podría haber asumido una posición mucho más dura, y en vez de salir a reclamar en contra del impuesto al salario, poner en la agenda las cesantías, el trabajo precario o la persecución a activistas obreros, temas latentes en la realidad de los trabajadores. Su postura es la de un burócrata que no sabe como acumular poder si soltarle la mano a sectores abiertamente enemigos del pueblo. ¿Qué diferente hubiese sido si Moyano sembrara la contradicción en hombres como Martínez de la UOCRA que conducen el gremio con mayor nivel de precarización laboral, o Rodríguez de UPCN que firman paritarias con recomposiciones laborales por debajo de la inflación y no hacen mención que el Estado es el patrón con más trabajadores en condiciones precarias, o directamente denunciar la situación de la UOM de Calo donde los trabajadores son perseguidos por las patotas del dirigente de la CGT Balcarce? Ninguna de estas consignas son levantadas, por un burócrata que supo ganarse la simpatía de un sector de nuestra clase producto de las conquistas alcanzadas y que hoy esta venido a menos por su posición claramente pro patronal. Lo que queda claro es que la pelea con los otros gremios tiene que ver con la tajada que se pueda hacer desde estos sillones y no las diferencias a la hora de defender los intereses de los trabajadores ya que las practicas son igual de corruptas, oportunistas y anti obreras.

Pero parece que no es sólo Moyano quien intenta ubicarse en este escenario. La CTA de Micheli hace lo propio de la mano del FAP. Luego de las elecciones del año pasado este frente fue quizá el más favorecido de la oposición, con un arco de alianzas grande, con un trabajo gremial en los sectores estatales y algunos gremios fabriles, junto al trabajo barrial que venia acumulando organizaciones como Barrios de Pie. El frente liderado por Binner intenta ubicarse como la oposición progresista al gobierno. La gran dificultad que tiene es, por un lado que salvo en Santa Fe no son gobierno en ningún lado, con lo cual sólo tienen una ubicación en el legislativo y como oposición en la calle y, por el otro, que sus dirigentes gremiales no son justamente compañeros combativos y representativos en sus lugares naturales, mas bien todo lo contrario. Ejemplo de esto es lo que sucede con Ate y el armado detrás de Oscar de Isasi quien mas allá de una retorica combativa no han logrado elevar los niveles de discusión y organización en el seno de los trabajadores estatales, el gremio esta sumamente dividido, las movilizaciones lejos están de ser numerosas como las de antes y, en muchos casos, hay niveles de desafiliación importante.  Esto se debe a que los trabajadores estatales no comen vidrio, y se dan cuenta que el gremio esta siendo utilizado como plataforma para golpear al gobierno nacional, para ubicarse en futuras elecciones y no como herramienta propia de los trabajadores.

Banderas de oportunismo.

Aquí situamos el paro convocado para el 10 de octubre. Una pobre movilización que puso en debate a un conjunto importante de activistas clasistas que se dirimían en asambleas y plenarios sobre que hacer ante esta convocatoria ya que todas las consignas son legitimas. Es mas, en muchos casos respondían aquella critica que se le hacia a Moyano en el paro de junio en la que la consigna más importante era el impuesto al salario y no lo miserable del salario mínimo, la ley antiterrorista o la precarización laboral. Esto puso en situación a muchos compañeros, consignas legítimas convocadas por dirigentes burócratas o abiertamente pro patronales como el caso de Buzzi de la Federación Agraria. Pero también lo que quedo claro, una vez mas, es la debilidad de nuestras construcciones que frente a un burócrata de la talla de Micheli nos pone en situación cuando intenta apropiarse de nuestra lucha y somos nosotros los que carecemos de una alternativa que sea de y para los trabajadores, logrando así ser la clase quien pone en situación a los burócratas.

Mención aparte merece el “sindicalismo olfa”

Yasky y Calo formaron el frente de la vergüenza obrera y popular. Su alianza a como de lugar con el gobierno nacional los arrincono en un lugar del que no sabemos como van a hacer para salir sin ser despreciados por una parte importante de la clase. Mas allá de que apoyen al modelo kirchnerista con todas las justificaciones posibles, lo que es repugnante es como acatan resoluciones abiertamente anti populares sin siquiera cuestionar o pronunciar objeción. El caso del salario mínimo vital y móvil es un claro ejemplo de esto. Claro esta que en la mesa tripartita de Estado, empresarios y dirigentes gremiales, cada cual busca defender sus intereses, al menos desde lo formal. No obstante lo que queda claro es que los únicos intereses que se defienden son los empresariales, y tanto el Estado como los dirigentes gremiales tratan de disfrazar esta realidad como un gran logro de la movilidad social post 2003, cuando en realidad lo que se pactan son sueldos de hambre ante una patronal que la viene “juntando en pala”. De esto Yasky no ha dicho, ni va a decir nada con tal de mantener la alianza con el gobierno que le garantice mantener SU amorfa y débil CTA.

Lo de Calo va en la misma dirección, con aliados como Daer, Martínez o Rodríguez nada tienen para ofrecer a los trabajadores. Son esos empresarios gremiales que lo único que han logrado fue asegurar el vaciamiento de la industria nacional, la conformación de una inmensa masa de trabajadores en la calle como ejercito de reserva de la burguesía, y la burocratización de un Estado que ni siquiera puede garantizar los derechos básicos de Educación, Salud y Transporte, entre tantos otros, para el conjunto del pueblo. El discurso anti menemista del kirchnerismo hace agua por los cuatro costados, y se olvidan que para implementar el plan feroz contra el conjunto del pueblo desde Martínez de Oz a la fecha fue necesario una casta burocrática que oficie de comisarios gremiales de los intereses de la burguesía. Comisarios que hoy son abiertamente aliados del kirchnerismo.

Una oposición a pedir a la carta.

Seguimos teniendo una crisis de representatividad que tuvo su punto más alto en la crisis político-económico-institucional del 2001. La alternativa del kirchnerismo, con todas sus variables y reciclajes no encuentra un recambio por fuera de Cristina. Aquel lema de “bajaste un cuadro para formar miles” es un enunciado vacío de contenido. En 10 años no han podido generar una nueva representatividad que realmente sea afín a los intereses populares, que dicen defender. Desde la alianza con los varones del conurbano, los feudos de los caudillos provinciales o la mesa con la vieja y rancia burocracia sindical son algunos ejemplos de esto. Esa nueva política de “nueva” no tiene nada y ahí esta la madre de la subjetividad reinante. Por esto que ahora salen a ventilar la idea de la re-relección ante una oposición también débil desde lo político pero que logra arrinconar en el debate de estos temas a un gobierno que no tiene ni un año de mandato.

Por el lado de la oposición la fragmentación es aun mayor, la incapacidad de generar una propuesta que aglutine al sector, que catalice sus necesidad mas allá de una alianza coyuntural de cara a las elecciones es una realidad que vienen arrastrando hace tiempo. Quizá el caso mas paradigmático es el que vive el Partido Radical, que desde hace años tiene serias contradicciones internas, con sectores mas progresistas, sobre todo ligados a la juventud, pero sus dirigentes históricos péndula entre alianzas con el PRO y el FAP.  Lo que es inobjetable es que ante esta oposición patronal es a pedir del kirchnerismo. Así como para el 45 el ingenio popular cambio la consigna del “gobierno a la corte” levantada por socialista y radicales, y la renombro por “gobierno a la carta” haciendo clara alusión que lo que se buscaba era un gobierno a pedido de terratenientes y banqueros, en este caso lo que tenemos es una oposición a la carta del kirchnerismo. El gobierno nacional trata con bastante astucia los traspiés de la oposición, los ubica en el imaginario colectivo como la derecha, pero también es verdad que así como sucediera con Perón y el anti peronismo, el antikirchnerismo en muchos casos fortalece más al gobierno nacional que las propias virtudes de este último.

Lo que esta claro.

En este contexto hay algo que no se puede dudar, ni unos ni otros representan ni representaran legítimamente nuestros intereses. También esta claro que tenemos una debilidad, que es nuestra, en términos de conciencia, organización y propuesta política con legitimidad en las masas. Por esto se hace imprescindible seguir trabajando en la unidad de acción, en la humildad y paciencia a la hora de trabar relaciones y trabajos concretos en el seno del pueblo. Tenemos la necesidad de profundizar una agenda común entre los compañeros clasistas, entre quienes realizamos honestamente un trabajo diario en nuestros frentes naturales, para desde allí, desde las bases, romper con falsos antagonismos y protagonizar una salida propia.

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