Desde fines del año 2007 a hoy pasaron más de dos
años de la mayor crisis de la burguesía financiera internacional especialmente
en el corazón del imperialismo, EEUU y también en Europa trasladándose a todo el
planeta. Con la quiebra de grandes financieras y bancos. Con países al borde de
la quiebra, porque sacaron plata del estado para salvar bancos y
empresas. Los voceros del imperio buscan demostrar que han salido de la crisis y
la economía esta floreciente, ¡que gran noticia para nuestros hambreados
pueblos!
Mientras hablan de planes de recuperación
y se felicitan por enfrentar la crisis ocultan deliberadamente como hacen para
solucionar los negociados y fraudes especulativos que llevaron al mundo al borde
del abismo, que es donde aún estamos los pueblos.
En el año 2009 el número de
multimillonarios pasó de 793
a 1011 y además sus fortunas aumentaron más de un 50 %.
¿Que paso? ¿Y la crisis? Como pudo ser posible que en el peor momento de la
crisis lejos, muy lejos de perder plata la burguesía financiera, los ricos de
todo el mundo ganaron mucho más mientras nosotros somos cada vez más pobres, los
alimentos son cada vez más caros, los remedios y la vida en general es cada vez
más insoportable.
¿Cómo hicieron? A pesar que siempre
escuchamos que el capitalismo decía y dice que el Estado no debe
interferir con el Libre Mercado fueron precisamente los dineros fiscales,
nuestro dinero, los que salvaron a la mayoría de las empresas financieras y
bancos en quiebra. Las ganancias nunca disminuyeron y la plata no
la devolvieron ni la van a devolver. EE UU financió al famoso Libre Mercado
con más de diez billones de dólares que han contribuido a mayor
desocupación, menos salud y peor calidad de vida del país que se ponía como
ejemplo frente al mundo. Vuelve a desnudar su vieja y conocida cara de pirata y
esclavista moderno de toda la humanidad.
Desde la caída de la producción
industrial en todo el mundo, el dinero se canalizó al mercado de valores y
también a las materias primas, commodities, generando una nueva burbuja
financiera. Invierten fuertes sumas de dinero en materias primas acaparándolas a
fin de especular para que suban mucho, y después las venden en todo el mundo,
como así también compran a futuro. Esto explica los enormes
aumentos en los precios del trigo, la carne, el petróleo
etc.
En nuestro país, padecemos las
consecuencias de esta política, ya que el modelo agroexportador, que producía
alimentos para nuestro consumo exportando el resto, hoy se modificó
dedicándose a la especulación financiera. Producción intensiva de alimentos
modificados genéticamente, con alto contenido de venenos, monocultivados para
los agrocombustibles, alimento balanceado y no para satisfacer las demandas
nutricionales de la humanidad. La producción de monocultivo, soja y maíz
principalmente atenta contra la soberanía alimentaria de las naciones y la
sustentabilidad y sostenibilidad de los recursos
naturales.
Esta nueva canallada produjo una mayor
concentración y acumulación del capital, el alejamiento definitivo del capital
financiero de la producción industrial, dedicándose casi exclusivamente a la
especulación financiera mediante préstamos e inversiones en la bolsa,
destruyendo el capital productivo, eliminando o disminuyendo el costo laboral y
apropiándose de los recursos públicos. Lejos de servir al pueblo financian a los
fondos buitres y terminan quebrando estados como Grecia, Irlanda, España o los
países del Este de Europa. Sin olvidar que en nuestro país financian a casi
todas las empresas multinacionales para garantizar sus enormes ganancias a costa
del dinero del pueblo como es el caso de las empresas de transporte,
ferrocarriles, colectivos y subterráneos, las boletas de luz y gas,
instituciones de educación privada etc. El gobierno paga a las empresas para
garantizar sus ganancias principalmente con dineros que podrían servir para
mejorar la salud, la educación, el transporte o nuestros
salarios.
Esta crisis de créditos basura, más la
acción de las burguesías globales, se utilizaron para transformar la deuda de
los banqueros en deuda pública, lo mismo que hizo el entonces presidente del
Banco Central durante la dictadura Domingo Cavallo, que aumentó la deuda externa
en mas de 30000 millones de dólares, monto que debían pagar las
empresas privadas por haber pedido préstamos al extranjero. Perdonó la deuda a
los patrones dejando a nuestro sufrido pueblo con una deuda que no
contrajimos.
Y pensar que hay algunos que
discuten pagar semejante fraude del libre mercado. El FMI junto al Banco
Mundial se dedicaron a romper las barreras que se oponían al control del mercado
mundial de parte del capital financiero, quien al utilizar los dineros fiscales
han logrado una alianza estratégica político financiera militar para el
dominio mundial, permitiendo el fraude, la especulación financiera y los
paraísos fiscales.
La punta del iceberg de la crisis
económica esta en las burbujas financieras construidas mediante la especulación;
billones de dólares yendo de mercado en mercado, despojados de su valor real y
soportados por un papel moneda (el dólar por ejemplo) emitido con generosa
irresponsabilidad por los bancos centrales.
No es posible entender esta situación sin
el conflicto permanente entre el dinero cada vez en menos manos, y las
dificultades de cada vez más personas para acceder a condiciones de vida y
trabajo dignas, la demanda social de servicios y la privatización de dichos
servicios, en máximo beneficio para la humanidad y su relación con la
naturaleza.
Nada va a cambiar espontáneamente, a
nivel mundial vienen por nuestros derechos. Aumentaron la edad de jubilación,
los despidos y bajaron los sueldos en muchos países, además flexibilizaron las
leyes laborales. En nuestro país avanzaron sobre muchas leyes obreras que
costaron años de lucha como la estabilidad laboral, sábado inglés, horas extras,
vacaciones, escalafón, antigüedad etc.
La desocupación junto al trabajo en negro
y las “changas”, a los que se agregan los bolsones de comida, los planes
trabajar o como sea que se llame, en cualquier parte del país, a esa limosna que
da el Estado para que el hambre no obligue a los más pobres a tomar los mercados
y almacenes como ya sucedió, y para mantener a millones de desocupados
permanentes como mano de obra barata como reserva de los fines de la patronal.
Esta situación hizo que mucha gente pierda la confianza en sí misma, la
esperanza de trabajar algún día y ni pensar en estudiar.
La nueva asignación universal por hijo,
tan propagandizada por el Estado como una forma de distribución de la riqueza,
no es mas que otra mentira, porque lo que necesitamos es trabajo estable y un
salario que cubra nuestras necesidades, y no estos planes que se aprovechan de
la pobreza en la que esta sumida el pueblo sin mejorar el reparto de nuestras
ganancias en relación con las ganancias de la burguesía.
Es ardua la tarea para que el pueblo
todo, recupere su dignidad, su condición humana. Creemos que el camino es la
unidad y la lucha, trabajadores, estudiantes y desocupados, precarizados y en
negro, los que nada tienen y los que al menos tenemos
trabajo.
Todos juntos peleando por una vida mejor.
Creemos que es posible.