PUNTA PIE NUMERO 6
Nos preguntaban algunos compañeros por qué lo que tan
claramente vemos en nuestros análisis económicos sobre el enemigo burgués, y la
explotación a la que nos somete diariamente no provoca en las más amplias masas
una indignación subversiva que destruya para siempre el sistema
capitalista.
Ríos de tinta se han escrito y se escribirán, pero a
pesar de nuestra voluntad no será tarea fácil contrarrestar el enorme aparato de
mentir montado por los patrones y sus administraciones.
Cuando en la edad media el poder nos hacia creer que la
tierra era plana, eran unos pocos los que, igual que hoy trataban de difundir la
verdad. Cual fue el resultado, persecución y muerte para todo aquel que se
oponga a la “verdad del poder”; mantenimiento de las mayorías mal
informadas; persecución, cárcel, destierro, desaparición o muerte a los que
digan la verdad; marginación, terror, pobreza e ignorancia al resto del
pueblo.
Comparemos con lo que sucede hoy: se persigue a los que
acusan a este sistema. ¡Los que decimos que “la tierra es redonda somos
peligrosos”! Saben que tarde o temprano el pueblo trabajador irá abandonando el
individualismo, el egoísmo y, cuando deje de competir con y contra sus hermanos
de clase se dará cuenta que la familia, la casa, el auto y los bienes no son
patrimonio de los patrones. Son nuestros por derecho propio, por fabricarlos,
porque sólo nosotros sacamos de la naturaleza las materias primas y las
transformamos en bienes de mercado: heladeras, televisores, lavarropas, casas,
herramientas, maquinas y fabricas. Todo lo hacemos nosotros, esa es la
verdad. Esta verdad es “la tierra redonda” de la edad media, por eso nos
persiguen.
Mientras puedan ocultar al mundo la verdad, seguirán en
el poder.
¿Cómo nos engañan? Dicen que pueden terminar con el
hambre, con la pobreza, con la marginación, la falta de empleo. Que son los
garantes de la libertad y la seguridad para todos, nos hacen creer que fuera de
la democracia burguesa no hay nada, sin embargo poblaciones enteras en el mundo
se mueren de hambre, la pobreza y el desempleo avanzan, la educación es una
mercancía más y cada vez es más cara y más difícil para los pobres. Trabajar
lejos de ser un derecho es un privilegio para pocos, que son rigurosamente
explotados y no pueden reclamar justicia porque son generalmente
despedidos.
Los bancos solo prestan dinero a los ricos, los Estados
mantienen a los pobres con más “pan y circo” para que sigan siendo pobres. Las
sobras de los poderosos no solucionan los problemas del mundo, porque cuidan sus
riquezas multiplicándolas y cuidan muy bien las ideas de la gente para que nunca
se les ocurra reclamarles el dinero y el poder que tienen, ni mucho menos
quitárselo por la fuerza, por derecho propio, como decimos
nosotros.
¿Qué hacer? Sin tener una receta mágica sabemos porque
otros lo hicieron, o lo intentaron, que la organización, la unidad y el esfuerzo
de todos lograrán la transformación de la sociedad. Que explicar la verdad no es
difícil, lo difícil es tener la paciencia y la humildad suficiente para que la
inmensa mayoría se entere como funciona la maquina de mentir y explotar del
enemigo de la humanidad, los patrones y sus aliados.
Construir una sociedad mejor es no solo posible sino
necesario para que más de un tercio de la humanidad no viva y muera en las
peores condiciones.
Creemos al final que el socialismo es una opción de vida
para el mundo, el debate esta abierto y la Revolución es
posible.
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