Nacional Noviembre Diciembre
Por: José Peña
Muchas veces a lo largo del día nos encontramos con
personas que quieren entender la realidad nacional, desde la charla diaria con
el almacenero, con un compañero de trabajo, el vecino, compañero de estudios, o
cuando nó, es uno mismo quien trata de buscarle explicación a esta realidad.
Creemos que es necesario realizar análisis políticos de la actualidad, tomando
los datos concretos y objetivos de la misma, tanto presentes como pasados, y
desde allí analizar entendiendo que en el medio existe un sujeto, el hombre, que
interviene colectivamente en la historia y que su ánimo, intereses, etc. afectan
lo cotidiano. Esperamos que el uso de números y porcentajes no haga dificultoso
el entendimiento del análisis, pero es valioso hacerse de estos ya que
encontrarnos en el último mes del año nos sirve para sacar un balance
anual.
Si nos remontamos en el tiempo encontramos que los datos
marcan que en la década del 50 la economía argentina era la mas fuerte en
Sudamérica, hoy la realidad es otra, fueron pasando las décadas luego del golpe
militar y lo que era una economía semi-industrializada que exportaba a países
vecinos y otros continentes, además de satisfacer la demanda interna, se
convirtió en una economía de importación de productos manufacturados y
exportación, casi exclusiva, de materias primas de baja o nula manufacturación.
Luego de la dictadura, pasaron gobiernos abiertamente neoliberales o de máscara
reformista con discursos populistas, en su forma, pero liberales en su
ejecución, como el actual. Argentina vio destruida sus fuerzas productivas con
las consecuencias que podemos observar en la actualidad. Esta realidad pese a
los años de “crecimiento” post crisis del 2001 no se revierte. Son los mismos
sectores económicamente concentrados los que están haciendo sus negocios como
parásitos de nuestras riquezas asociados al accionar del imperialismo en la
región.
Como desarrollábamos en la edición anterior, los pooles de
siembra junto con las explotaciones mineras y monocultivos de soja, pinos y
eucaliptos fueron los sectores mas beneficiados, entre otros. Sectores
económicos que destinaron sus obscenas ganancias a la inversión inmobiliaria, lo
que trajo un crecimiento edilicio en varias ciudades del país, y con este una
baja de la desocupación mediante el empleo temporario y precario en la
construcción, sumado a la activación de la industria mediana relacionada a la
agroindustria. Pero si entendemos que la construcción fue una fuente de trabajo
para miles de familias, también debemos entender que la baja de este sector de
la economía, en el segundo trimestre se redujo un 40% respecto al año anterior,
generó un incremento del desempleo y la pobreza e
indigencia.
Como sabemos las empresas constructoras que
antes proyectaban varios edificios anuales, hoy no terminan ni el primero, lo
que genera menos fuentes de trabajo, reducción de jornadas laborales y cesantías
hasta nuevo aviso, mientras tanto el burgués mantiene su capital “bajo el
colchón” hasta que aclare y el obrero se muere de hambre.
Si bien reconocemos una profunda desconfianza
a las estadísticas oficiales, ya que siempre son menores a lo que refleja la
realidad objetiva, debemos mencionar que producto de la crisis internacional, de
la que no es ajena Argentina, se perdieron en el mismo trimestre antes
mencionado según datos del oficialista INDEC 164 mil puestos de trabajo, pero
según otras estimaciones la cifra superaría los 250 mil. Pero si a esta
situación le sumamos la cantidad de personas que ya estaban por debajo del
umbral de la pobreza, cercana al 40%, nos encontramos que en un país como este
de 40 millones de habitantes más de 13 millones viven con menos de 2 dólares
diarios, pero “por suerte” el gobierno “nacional y popular” dijo que hoy con 30
pesos diarios una familia tipo (4 personas) puede vivir. Tras tamaña afirmación,
solo adjudicable a un burgués, debemos seguir analizando nuestra realidad para
encontrar una solución colectiva.
Se esta terminando el año y nos encontramos que del sector
que esta empleado en Gran Buenos Aires y Capital Federal 4,3 millones (37%) se
encuentra trabajando de manera ilegal (mal llamado “en negro”), pero esto
se ve agravado en las provincias del norte donde la cifra llega al 50%. Estos
trabajadores no entran en las estadísticas de desocupación, pero sí ingresan a
las amplias estadísticas de proletarios super explotados que deben vivir sin
aportes jubilatorios, acceso a la salud, sindicato, trabajo de calidad, ingresos
acordes a las necesidades para satisfacer una vida digna. En fin, ninguna de las
protecciones legales que como trabajadores nos merecemos y que con tantos años
de lucha hemos logrado.
Al no poseer ninguna cobertura medica ya son 18 millones
de personas la que están obligadas a abonar los fármacos al cien por ciento, y
también afrontar muchos estudios de cierta complejidad que suelen no ser
autorizados en los hospitales, ni obras sociales en caso de tener una. Son
muchas las veces que nos encontramos fastidiados por los malos servicios
prestados en los hospitales públicos, la falta de insumos, la sobrepoblación de
las instalaciones, la mala atención producto de la súper explotación del
personal que todos los días debe “atar con alambre” los distintos problemas que
se le presentan, siendo que la salud del pueblo es la que está en el medio. Hoy
se estima que el 45 por ciento es atendido por el sistema público, y sobre todo
es atendido por un minúsculo número de instituciones públicas ubicadas en las
grandes ciudades, por no decir casi exclusivamente en Capital
Federal y capitales provinciales. Millones de personas se deben trasladar de
todas partes del país producto de la deficiente cobertura sanitaria, producto
también de la notoria falta de interés por parte de las entidades burguesas,
públicas o privadas, en relación al cuidado y prevención del pueblo trabajador.
La falta de instalaciones de atención primaria de calidad en los barrios, como
también el deficiente accionar de las prepagas y obras sociales alimenta esta
situación. Si nos hacemos nuevamente de las estadísticas, vemos que a lo largo
de los últimos 12 meses los
precios de los medicamentos aumentaron cerca de un 20%, y que las obras sociales
y prepagas aumentaron más de un 50%, lo que genera que un gran número de
personas que accedían a este servicio hoy no lo puedan pagar mas, con el
consecuente aumento de la población atendida por el sistema publico. La salud es
una mercancía más, donde laboratorios, prepagas, obras sociales e institutos
privados hacen su negocio a costa del pueblo.
Nos encontramos a fin de año, momento de balance y de
proyección para el año que vendrá, los lacayos administradores públicos rompen
el chanchito para ver con cuanto dinero contará el Estado para el presupuesto
2010 y, sobre todo, en qué lo destinará. Analizando las deficiencias antes
mencionadas y el marco de pobreza en el que esta sumergida la población, el más
optimista pensaría que los fondos serían destinados hacia esa dirección. Sin
embargo, como el gobierno necesita dinero contará para el próximo año con un
presupuesto de 10 mil millones de pesos extras respecto al 2009 (24.444 millones
totales), pero este extra será obtenido de: fondos del tesoro nacional, dinero
acumulado por las retenciones a las exportaciones y los impuestos a las
importaciones, y servicios que consume la población.
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<!--[endif]-->endeudamiento externo, pese a que
hace algunos años el gobierno de Kirchner había anunciado el alejamiento de
entidades de crédito internacional, del cual nunca se alejo en los hechos ya que
el Estado sigue contrayendo deuda, la presidenta anuncio el acercamiento con el
FMI para el próximo año, permitiendo como se sabe que esta entidad nos controle
mediante extorsiones económicas a los países miembros. El FMI junto con el Banco
Mundial, Club de Paris y Organización Mundial de Comercio, entre otras, son
algunas de las herramientas con la que el imperio domina económicamente. Pero
por la “plata baila el mono” y el Estado Nacional acumula una deuda en ascenso a
la fecha de 145 mil millones de dólares a pagar con nuestra
sangre.
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<!--[endif]-->aportes del ANSES que hoy
controla el Estado Nacional, con dineros aportados por el proletariado,
y que recién, después de 10 meses de la estatización, se acaba de aprobar
la reglamentación con que el Consejo del Fondo de Garantías de Sustentabilidad
del Sistema Integrado Previsional Argentino debe desempeñarse. Durante esos
meses ya supimos que con nuestro dinero se subvencionaron planes para heladeras,
autos, bicicletas, deuda privada, plan preventivo anti-crisis, etc. mientras,
los
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<!--[endif]-->jubilados siguen ganando
miserias, y se los intenta adornar con un premio de la “acaudalada” suma de 300
pesos aproximadamente para las fiestas.
Pero como la impunidad con que se desenvuelve la burguesía
por medio de los administradores públicos es realmente pavorosa, vemos que solo
Julio De Vido, titular del Ministerio de Planificación y fiel
servidor de los Kirchner, recibirá cerca de 3.200 millones de pesos suma que se
sabe será destinada a subvencionar los negocios de grupos económicos como Plaza,
Taselli y el resto de los ferrocarriles, líneas de colectivos, peajes, etc.
A modo de ejemplo, en la última semana de Noviembre el
grupo Autopistas del Sol, del que es accionista Mauricio Macri, anuncio perdidas
por 10 millones de dólares, cifra que dicen no estar en condiciones de hacerse
cargo y el Estado Nacional absorberá para mantener la rentabilidad de la
concesión entregada por el gobierno menemista y prorrogada por el gobierno
“nacional y popular”.
El presupuesto destinado a Educación, Ciencia
y Tecnología es de unos 24 mil millones, donde una gran parte se destina al
subsidio de instituciones educativas privadas; pero la cifra que recibirá el
Ministerio de Planificación se agranda si la comparamos con los casi 120
millones de aumento otorgados al raquítico Ministerio de Salud sumando un total
de 6 mil millones, de esta ampliación presupuestaria se destinarán tan solo un
0,00038% a la investigación y del desarrollo de servicios endémicos. Tengamos en
cuenta que Argentina viene azotada en los últimos años por una enfermedad como
es el dengue, y también que del total de la partida presupuestaria se destinaran
122 mil millones de pesos a pagar la deuda externa (cifra similar a la suma del
presupuesto de salud y educación, ciencia y tecnología juntas), y se ampliará en
80 millones el presupuesto para publicidad oficial (¡!). ¿¡Será que la
propaganda oficial calma las dolencias del pueblo!?, o ¿¡que las dolencias del
gobierno de turno deben ser calmadas con mas y mas mentiras por los medios
masivos de difusión, ya que su impopularidad y su perdida de fuerza dentro del
legislativo debilitó sus filas en la disputa ínter- burguesa<!--[if
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Mientras tanto se observan el descontento popular y el
estallido de un sin numero de conflictos en el país. Desde los trabajadores de
Crónica, pasando por el rebrote del conflicto de Kraft por las 53 familias que
pasados los 100 días del conflicto aun siguen sin cobrar sus salarios, los
maestros, el subte y también la agudización de las contradicciones que se
empiezan a observar con las organizaciones territoriales, antes hegemonizada por
la chequera kirchnerista, que reclaman por los planes que fueron otorgados, casi
exclusivamente, a las organizaciones afines al kirchnerismo: Tupac Amaru, FTV
(D`Elia), Barrios de Pie (Pérsico), etc. Todas estas son algunas experiencias de
lucha que esta teniendo el pueblo, en donde se vienen observando ciertos avances
en la toma de conciencia y organización. Cabe destacar la unión obrero –
estudiantil durante el conflicto de Kraft, situación que hace décadas era bien
difícil encontrar, como así también la unión entre organizaciones territoriales
y organismos sindicales, y hoy en épocas de vacas flacas esta política se hace
difícil implementar y el pueblo lo hace notar. Debemos acompañar la organización
y coordinación de los diferentes frentes de conflicto: estudiantil, laboral y
territorial. Paralelamente apuntaremos a fortalecer el proceso de acumulación
que vaya fogueando al pueblo y desarrollando los niveles de organización y
conciencia para la construcción de un proceso de lucha de clases hacia la toma
del poder.
Entendemos que la lucha es demonizada por
todo el abanico de representantes burgueses: actores, modelos, periodistas,
políticos, jueces, etc. y se observa en la provincia de Buenos Aires donde el
gobernador Scioli busca reformar el código de faltas para penalizar los cortes
de ruta, las protestas con "caras tapadas" y detener a toda aquella persona
“sospechosa” en nombre de la paz social, como sucede en Capital Federal donde
volvieron a ejecutar los edictos policiales. Las fuerzas de seguridad en todo el
país, que defienden los intereses de la burguesía, seguirán reprimiendo,
encarcelando y asesinando a los luchadores. Por ejemplo, lo que sucedió con los
dos jóvenes estudiantes de La
Rioja , que luego de la violenta represión policial, fueron
detenidos temporalmente por manifestarse en contra de la creación del Paseo
Cultural en el edificio de la escuela Normal. Esta práctica es llevada adelante
con absoluta determinación e intencionalidad como mencionamos en nuestro
editorial.
Debemos manifestarnos contra los aumentos de tarifas de
gas y luz que ya están en marcha, de los medios de trasporte, el saqueo de los
recursos naturales, la falta de alimentos, salud, educación y empleo genuino en
las barriadas, contra el gatillo fácil, por mejores condiciones de trabajo,
contra la venta de drogas a menores, etc. Ante el poder de la burguesía nos
debemos la construcción sólida y eficiente de poder popular, a fin de defender
nuestros intereses, sabiendo cuales son las luchas reivindicativas y que a
partir de estas iremos templándonos para entender que la explotación que sufre
el pueblo de manera diaria no se termina con un magro aumento de sueldo, el
bolsón de comida, una leve mejora de la salud, o el aumento del presupuesto en
educación, sino mediante la destrucción de la explotación del hombre por el
hombre: la sociedad capitalista.
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